Malasia ha sido para mí un mero trámite hacia Indonesia. Es un país con una multiculturalidad que lo hace interesante. Resulta curioso pasar por zonas malayas (rasgos orientales y de piel oscura, 60%), chinas (caras más redondas y blanco-amarillos, 30%) o indias (10%). Cada uno mantiene su cultura y solo en los últimos años han empezado a mezclarse. Los más cerrados quizás sean los chinos que como en todo el mundo han mantenido sus costumbres encerrados en sus ghetos. Y aunque pertenezcan a la cuarta generación ellos siguen considerándose chinos, no malayos. Cada grupo tiene sus restaurantes, sus tiendas y sus templos. Los chinos se quejan de la impune corrupción de los mandatarios malayos y de que gobiernan excluyéndoles en claro beneficio a los malayos.
En lo que a mi respecta me he encontrado un pueblo malayo que me ha respetado y tratado bien pero que a la hora de la verdad no ha demostrado la hospitalidad islámica que les suponía. En este sentido me siento muy desencantado de los malayos, no sin embargo de los chinos que me han acogido calurosamente. Los seguidores de Cyclotherapy habrán deducido que con los indios simplemente no he tenido trato puesto que los he evitado en todo momento, es de sobra conocida mi “Indiofobia”.
Aunque el país tiene buenas playas en sus islas y una selva que dicen es la más antigua del mundo mi tránsito hacia Indonesia ha sido a menudo aburrido. Por tanto Malasia no pasará a la historia como uno de los mejores países del viaje.
Ahora me espera una buena temporada en Indonesia aprovechando la espera al verano austral. A ver cómo me tratan los indonesios... agur!.
En lo que a mi respecta me he encontrado un pueblo malayo que me ha respetado y tratado bien pero que a la hora de la verdad no ha demostrado la hospitalidad islámica que les suponía. En este sentido me siento muy desencantado de los malayos, no sin embargo de los chinos que me han acogido calurosamente. Los seguidores de Cyclotherapy habrán deducido que con los indios simplemente no he tenido trato puesto que los he evitado en todo momento, es de sobra conocida mi “Indiofobia”.
Aunque el país tiene buenas playas en sus islas y una selva que dicen es la más antigua del mundo mi tránsito hacia Indonesia ha sido a menudo aburrido. Por tanto Malasia no pasará a la historia como uno de los mejores países del viaje.
Ahora me espera una buena temporada en Indonesia aprovechando la espera al verano austral. A ver cómo me tratan los indonesios... agur!.