Afortunadamente hay un buen remedio para sobreponerse al susto inicial: las Cameron Highlands. Asentadas a más de 1000 metros uno puede respirar aire puro y sentir un poco de aire fresco, algo imposible de imaginar a nivel de mar.
Sus plantaciones de té decoran unas colinas donde impera la paz y la tranquilidad,

o a estas jóvenes currantes.

Más al sur se encuentra Melaka, una ciudad con pasado colonial
donde observar desde las ventanas a los pocos seres humanos que se ven por su afamada Chinatown sea lo más interesante que se pueda hacer...
... a menos que se prefiera visitar sus innumerables centros de agilipollamiento colectivo:



Primo, estás hermosamente loco y me encanta!!! SAbés que tengo un hijo que está haciendo un viaje similar, pero caminando, a dedo y viviendo de sus números de circo y sus artesanías, solo que por ahora solo llegará hasta Colombia.
ResponderEliminarTE sigo siempre! muchos besos y abrazos y a ver cuando esa bicicleta pisa rutas argentinas!!