Quizá el mayor problema sea el calor y la humedad, y es que estamos en un país tropical, con cantidad de vegetación y abundancia de ríos...
...aunque siempre hay excepciones para disfrutar en familia de la arena...
...o contarse secretos confesables sin peligro a ser descubiertas...Ellas se mueren de vergüenza cuando me ven
y estas tres generaciones me sonríen tímidamente mientras descansan de su viaje
De las palmeras obtienen aceite. También con el caucho se ha hecho mucho dinero
pero lo que me sorprende es la cantidad de camiones con troncos que me adelantan camino a Kuala Lumpur. Alguna selva se está quedando vacía...
Y así van pasando los días, rodando sin sobresaltos y con la única motivación de que llegue el atardecer para ponerme a buscar un sitio en el que dormir. Y es que estos momentos se han convertido en los más emocionantes de Malasia para mi desgracia...
Y aunque me ofrezcan bananas
yo prefiero acercarme a los sectores chinos....
y disfrutar de su gastronomía in situ.
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